miércoles, 21 de noviembre de 2012

Sal de tu concha

Hace poco que han operado  a mi hija, una operación "sencilla" y de poco riesgo..

La he visto sufrir de dolor y yo he sufrido con ella.

Ha habido días para todo, llegar a casa contento por ver a mi hija pasar el día bien, y llegar a casa abatido por verla sufrir y sentirme impotente para ayudarla...

Gracias que al final todo pasó y  ha vuelto a la normalidad..

En esos días llegó a mi casa el boletín mensual de Médicos Sin Fronteras. Al observar las fotografías de dicho boletín, no pude pensar otra cosa que en la suerte de tener los hospitales y los medios que tenemos.

Nos atendieron estupendamente, le pusieron las medicinas que necesitó; todos los días le levaban, le arreglaban la cama y limpiaban la habitación; le traían desayuno, comida, merienda y cena; cada vez que llamábamos al personal del hospital venían enseguida.....

En muchas ocasiones pecamos de falta de humildad cuando criticamos las instalaciones, el alto precio de las medicinas, las esperas, el trato recibido.....

A veces es necesario salir de nuestra concha y darnos una vuelta por el océano que nos rodea. Así nos daremos cuenta que lo que nosotros, en ocasiones, criticamos con fuerza es en definitiva mucho mejor de lo que pensamos.

Yo os invito, y me invito a mí mismo, a salir de vez en cuando fuera de nuestra concha, darnos una vuelta, observar, respirar aire fresco y dejar que ese aire entre dentro para ventilarla..



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